lunes, 28 de febrero de 2011

NORMAS DE URBANIDAD

Pasan los siglos… pero, me parece, siguen vigentes…
“Normas de urbanidad de George Washington” (1745 – “Cimientos de una sólida educación del carácter de un joven del siglo dieciocho”)
1 – Cada acto debe trasuntar respeto por los presentes.
2 – En presencia de otros, no canturrees en voz baja, ni tamborilees con los dedos ni los pies.
3 – No hables cuando otros hablan, no permanezcas sentado cuando otros están de pie; no camines cuando otros se detengan.
4 – No des la espalda a los demás, y menos cuando hablas; no muevas la mesa o el escritorio donde otro lee o escribe, no te apoyes en nadie.
5 – No seas lisonjero, ni bromees con nadie que no esté de ánimo para bromas.
6 – No leas cartas, libros ni papeles en compañía, pero cuando sea preciso hacerlo, debes pedir permiso. No te acerques a los libros ni escritos de nadie para leerlos sin autorización, ni fisgonees cuando otro está escribiendo una carta.
7 – Que tu semblante sea agradable, pero que demuestre gravedad ante asuntos serios.
8 – No demuestres satisfacción ante el infortunio de otro, aunque se trate de tu enemigo.
9 – Los que gozan de título o posición tienen precedencia en todas partes, pero mientras son jóvenes deben respetar a quienes son sus iguales por su nacimiento o por otras cualidades, aunque no ocupen cargos públicos.
10- Es de buena educación ceder la palabra a nuestros interlocutores, especialmente si gozan de rango superior, y nunca debemos ser los primeros en interpelar a los mismos.
11- Que tu plática con hombres de negocios sea breve y al punto.
12- Al visitar a los convalecientes, no asumas el papel de médico si no te corresponde.
13- Al escribir o al hablar, dirígete a la persona por su título debido, de acuerdo con su grado y las costumbres del lugar.
14- No discutas con tus superiores, y siempre presenta tus opiniones con modestia.
15- No procures ser maestro de tus iguales en las artes que profesan, pues pasarás por arrogante.
16- Cuando un hombre hace todo lo que puede, aunque no logre tener éxito, no lo culpes por su intento.
17- Cuando debas aconsejar o recriminar, considera si es pertinente que se haga en público o en privado, de inmediato o en otra ocasión, y también cuáles son las palabras atinadas; y al reprender no muestres signos de cólera, sino actúa con reserva y moderación.
18- No te mofes de asuntos de importancia, no hagas burlas mordaces ni hirientes, y si haces gala de ingenio, no te rías de tus propias palabras.
19- Cuando reprendas a otro procura ser intachable, pues el ejemplo es más elocuente que la exhortación.
20- No emplees palabras hirientes contra nadie, ni juramentos o escarnios.
21- No te apresures en creer rumores en detrimento de otras personas.
22- Sé discreto en tu atuendo, y procura respetar la naturaleza antes que suscitar admiración. Sigue la moda de tus iguales, tal como sea pertinente respecto del tiempo y lugar.
23- No te comportes como un pavo real mirándote sin cesar para ver si estás presentable, si el calzado te sienta bien, si tus calzas están bien ceñidas o si tus ropas son elegantes.
24- Júntate con hombres de calidad si estimas tu reputación, pues más vale estar solo que mal acompañado.
25- Que en tu conversación no haya malicia ni envidia, y así manifestarás ser de natural afable y ponderable; en las causas apasionadas permite que se imponga la razón.
26- No cometas la impudicia de urgir a tu amigo a revelar un secreto.
27- No digas bajezas ni frivolidades entre hombres adultos y educados, ni cosas dificultosas entre ignorantes, ni cosas difíciles de creer.
28- No hables de temas sombríos en tiempos de alegría ni a la mesa; no hables de cosas melancólicas como muerte y heridas, y si otros las mencionan, procura cambiar la conversación. No reveles tus sueños, salvo a tus amigos más íntimos.
29- No bromees cuando no hay ánimo para el jolgorio. No rías a carcajadas, y nunca rías cuando no es apropiado. No te burles de los infortunios de nadie, aunque parezca existir un motivo.
30- No digas palabras injuriosas, ni en broma ni en serio. No te mofes de nadie aunque te den la ocasión.
31- No seas atolondrado, sino afable y cortés, el primero en saludar, oír y responder, y no seas retraído en momentos de platicar.
32- No te apartes de los demás, pero no abuses de su confianza.
33- No vayas donde no sabes si serás bien recibido. No des consejos sin que te los pidan, y cuando sea pertinente darlos, sé conciso.
34- Si dos personas riñen, no tomes partido en forma incondicional, y no seas obstinado en tus opiniones; en asuntos indiferentes toma partido por la mayoría.
35- No reproches la imperfección ajena, pues eso corresponde a padres, maestros y superiores.
36- No mires los defectos ajenos, ni preguntes de dónde vienen. No cuentes a cualquiera lo que has confiado en secreto a tu amigo.
37- En compañía no hables en lengua extranjera sino en la propia, y la que hablan gentes de calidad, no el vulgo. Trata con seriedad los asuntos sublimes.
38- Piensa antes de hablar, no pronuncies incorrectamente, no hables de prisa, sino ordenada y claramente.
39- Cuando otro habla estate atento y no molestes al público. Si alguien vacila al hablar, no lo ayudes, ni le des sugerencias que no te han pedido; no lo interrumpas ni le respondas hasta que haya terminado de hablar.
40- Trata de negocios en el momento adecuado, y no murmures delante de los demás.
41- No hagas comparaciones, y si alguno de los presentes es elogiado por un acto virtuoso, no elogies a otro por lo mismo.
42- No repitas rumores si desconoces la verdad. Al hablar de cosas que has oído, no siempre nombres a quien las refirió. Nunca reveles un secreto.
43- No te inmiscuyas en asuntos ajenos, ni te acerques a quienes hablan en privado.
44- No emprendas lo que no puedes realizar, pero procura cumplir tus promesas.
45- Cuando expongas una cuestión, hazlo sin apasionamiento, ni indiscreción, sin importar la calidad de la persona a que te diriges.
46- Cuando tus superiores hablan con cualquiera, óyelos; no hables ni te rías.
47- En las disputas, no lleves tu afán de imponerte al extremo de negar a otro la libertad de expresar su opinión y sométete al arbitrio de la mayoría, especialmente si son jueces de la disputa.
48- No seas tedioso en tu conversación, no hagas muchas digresiones, no repitas con frecuencia el mismo asunto.
49- No hables mal de los ausentes, pues es injusto.
50- No te enfades a la mesa, y si tienes razón para el enfado no lo demuestres; presenta un semblante jovial, especialmente si hay extraños, pues el buen humor hace de cualquier plato un manjar.
51- No ocupes la cabecera de la mesa, pero si te corresponde o lo pide el dueño de casa, no te opongas, para no molestar a los presentes.
52- Cuando hables de Dios o sus atributos, hazlo con seriedad, reverencia y honor, y obedece a tus padres naturales.
53- Que tus esparcimientos sean viriles, no pecaminosos.
54-Trabaja para mantener viva en tu pecho esa pequeña chispa de fuego celestial llamada conciencia.”
54- Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro, no defraudes a tu amigo ni por todo el oro del mundo.

martes, 15 de febrero de 2011

PATO O AGUILA

Pato o águila tu decides...

Rodrigo estaba haciendo fila para poder ir al aeropuerto. Cuando un taxista se
acercó, lo primero que notó fue que el taxi estaba limpio y brillante. El chofer
bien vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros muy bien
planchados, el taxista salio del auto dio la vuelta y le abrió la puerta trasera
del taxi.

Le alcanzo un cartón plastificado y le dijo: yo soy Willy, su chofer. Mientras
pongo su maleta en el portaequipaje me gustaría que lea mi Misión.


Después de sentarse, Rodrigo leyó la tarjeta: Misión de Willy: “Hacer llegar a
mis clientes a su destino final de la manera mas rápida, segura y económica
posible brindándole un ambiente amigable”

Rodrigo quedo impactado. Especialmente cuando se dio cuenta que el interior del
taxi estaba igual que el exterior, ¡¡limpio sin una mancha!!

Mientras se acomodaba detrás del volante Willy le dijo, “Le gustaría un café?
Tengo unos termos con café regular y descafeinado”. Rodrigo bromeando le dijo:
“No, preferiría un refresco” Willy sonrío y dijo: “No hay problema tengo un
hielera con refresco de Cola regular y dietética, agua y jugo de naranja”. Casi
tartamudeando Rodrigo le dijo: “Tomare la Cola dietética”


Pasándole su bebida, Willy le dijo, “Si desea usted algo para leer, tengo el
Reforma, Esto, Novedades y Selecciones…”

Al comenzar el viaje, Willy le paso a Rodrigo otro cartón plastificado, “Estas
son las estaciones de radio que tengo y la lista de canciones que tocan, si
quiere escuchar la radio”

Y como si esto no fuera demasiado, Willy le dijo que tenia el aire acondicionado
prendido y preguntó si la temperatura estaba bien para él. Luego le avisó cual
seria la mejor ruta a su destino a esta hora del día. También le hizo conocer
que estaría contento de conversar con él o, si prefería lo dejaría solo en sus
meditaciones. ...


“Dime Willy, -le pregunto asombrado Rodrigo- siempre has atendido a tus clientes
así?”

Willy sonrió a través del espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho solamente
los dos últimos dos años. Mis primero cinco años manejando los gaste la mayor
parte del tiempo quejándome igual que el resto de los taxistas. Un día escuche
en la radio acerca del Dr. Dyer un “Gurú” del desarrollo personal. El acababa
de escribir un libro llamado “Tú lo obtendrás cuando creas en ello”. Dyer decía
que si tu te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo
tendrás, muy rara vez no se te cumplirá. El decía: Deja de quejarte. Se
diferente de tu competencia. No seas un pato. Se un águila. Los patos solo hacen
ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo”.


“Esto me llego aquí, en medio de los ojos”, dijo Willy. “Dyer estaba realmente
hablando de mi. Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces
decidí cambiar mi actitud y ser un águila. Mire alrededor a los otros taxis y
sus chóferes… los taxis estaban sucios, los chóferes no eran amigables y los
clientes no estaban contentos. Entonces decidí hacer algunos cambios. Uno a la
vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios”.


“Se nota que los cambios te han pagado”, le dijo Rodrigo.
“Si, seguro que si”, le dijo Willy. “Mi primer año de águila duplique mis
ingresos con respecto al año anterior. Este año posiblemente lo cuadruplique.
Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy. Usualmente ya no estoy en la parada de
taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular o dejan mensajes en
mi contestador. Si yo no puedo servirlos consigo un amigo taxista águila
confiable para que haga el servicio”.


Willy era fenomenal. Estaba haciendo el servicio de una limusina en un taxi
normal.

Posiblemente haya contado esta historia a mas de cincuenta taxistas, y solamente
dos tomaron la idea y la desarrollaron. Cuando voy a sus ciudades, los llamo a
ellos. El resto de los taxistas hacen bulla como los patos y me cuentan todas
las razones por las que no pueden hacer nada de lo que les sugería.

Willy el taxista, tomo una diferente alternativa:

El decidió dejar de hacer ruido y quejarse como los patos y volar por encima del
grupo como las águilas.


No importa si trabajas en una oficina, en mantenimiento, eres maestro, Un
servidor publico,"político", ejecutivo, empleado o profesional, ¿Cómo te
comportas? ¿Te dedicas a hacer ruido y a quejarte? ¿Te estás elevando por encima
de los otros?

Recuerda: ES TÚ DECISIÓN Y CADA VEZ TIENES MENOS TIEMPO PARA TOMARLA
Ayer fue Domingo de Pentecostés, recibe los 7 dones del Espíritu Santo:
Sabiduría, Entendimiento, Ciencia, Consejo, Piedad, Temor de Dios y
Fortaleza úsalos para servir a tu comunidad y empieza por tu familia.
Que tus problemas sean menos, tus Bendiciones más y que sólo la
Felicidad entre por tu puerta.
Avísame que sucede al día siguiente de haber leído este correo.
Es un correo fuera de lo común, de hecho te abre oportunidades para el
mañana. Veamos si funciona..

martes, 8 de febrero de 2011

ERES DE DOBLE ANIMO?¿?¿?​¿

Siempre me ha gustado mucho esta fabula de Esopo y quiero compartirla con uds, espero les guste.
Una zorra estaba siendo perseguida por unos cazadores cuando llegó al sitio de un leñador y le suplicó que la escondiera. El hombre le aconsejó que ingresara a su cabaña.
Casi de inmediato llegaron los cazadores, y le preguntaron al leñador si había visto a la zorra.
El leñador, con la voz les dijo que no, pero con su mano disimuladamente señalaba la cabaña donde se había escondido.
Los cazadores no comprendieron las señas de la mano y se confiaron únicamente en lo dicho con la palabra.
La zorra al verlos marcharse, salió sin decir nada.
Le reprochó el leñador por qué a pesar de haberla salvado, no le daba las gracias, a lo que la zorra respondió: "Te hubiera dado las gracias si tus manos y tu boca hubieran dicho lo mismo".
Moraleja: No niegues con tus actos lo que pregonas con tus palabras.
Cuánta gente hay a nuestro alrededor que parecieran destruir con los pies lo que tanto trabajo les cuesta edificar con sus manos. Eso se llama inconsistencia. De alguna manera, no han podido decidir qué camino tomar y pretenden, al igual que el hombre de doble ánimo del que nos habla la Biblia , ir en dos o más direcciones distintas.
Es evidente que necesitamos tomar decisiones y entonces ser consistentes en nuestras acciones y que estas respalden la intención de nuestro corazón. Cuando eso no ocurre, podemos esperar momentos amargos. Tal vez hemos pasado por ese tipo de dilema.
Bueno pues entonces, ¿por qué no recurrir a la Fuente que nos puede ayudar a tener paz no sólo con nosotros mismos sino con Dios y dar pasos firmes hacia lo que sabemos nos toca hacer?
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Santiago 1:8
De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen. Mateo 23:3...

La repetición armónica de un sonido produce música...
La repetición armónica de un deseo produce milagros...